Día 14: Belgrado

En nuestro último día de viaje ya nos pudimos tomar las cosas con más relax, pues hasta las 10 no teníamos nada que hacer. Puntual nos estaba esperando nuestra guía “Sonia” una chica joven, simpática y divertida, nos explicó muchas cosas e intentó que aprendiéramos algo de serbio, madre mía que difícil.

BELGRADO es una de las ciudades más antiguas de Europa; en serbio, Beograd, que significa Ciudad Blanca; escrito en alfabeto cirílico, Беoград.

A finales del siglo IX se menciona por primera vez Belgrado durante el Primer Imperio búlgaro; en los cuatro siglos posteriores fue disputada por Bizancio, Reino de Hungría y Primer Imperio búlgaro.

Tras las derrotas en las batallas de Maritza en 1371 y de Kosovo de 1389, ambas contra los otomanos, comenzó el declive del Imperio Serbio al sur, tras ser conquistado por los otomanos; mientras, pudo mantener en la zona norte el Despotado de Serbia, del que fue la capital. Belgrado acabó pidiendo ayuda al Reino de Hungría, con los que lograron vencer a los otomanos.

Liderados por Solimán el Magnífico, los otomanos lograron entrar en Belgrado en 1521 tras lo que quemaron y saquearon la ciudad.

En 1594 con la Insurrección de Banato, se produjo el mayor levantamiento serbio contra la ocupación otomana, la represión de los otomanos que siguió a la neutralización de la rebelión, se centró en la población ortodoxa y sus símbolos, con la quema de iglesias y las reliquias de San Sava; para su  recuerdo en dicho lugar, se edificó el templo ortodoxo más grande de los Balcanes. San Sava (Свети Сава) fue el primer arzobispo de Serbia (1219-1233), y uno de los santos más importantes de la Iglesia ortodoxa serbia, de la que es considerado el fundador, porque gracias a él, la Iglesia serbia oficialmente recibió la independencia de la Iglesia matriz, estableciendo en Belgrado un patriarcado de la Iglesia ortodoxa serbia, que era independiente del Patriarcado de Constantinopla.

Tras años de tranquilidad, a finales del siglo XVII llegó el declive, y pasó a ser escenario de varias campañas militares entre el Imperio austrohúngaro y el Imperio otomano. A principios del siglo XIX tras dos Insurrecciones, ganaron cierta autonomía y nació el Principado de Serbia, con Belgrado como capital; luego pasó a ser Reino de Serbia.

A finales del siglo XIX la ciudad disfrutó de una vitalidad cultural destacada, con la presencia de los Hermanos Lumière, que celebraron las primeras sesiones cinematográficas en los Balcanes.

En la Primera Guerra Mundial, el Reino de Serbia, se alió con Rusia, Francia y Reino Unido; en el verano de 1914 fue bombardeada y ocupada por el ejército austrohúngaro, meses después la recuperaron los serbios y más tarde volvió de nuevo a los austrohúngaros, hasta prácticamente el final del conflicto.

En le Segunda Guerra Mundial, el 6 de abril de 1941, fue bombardeada por los alemanes, y una segunda vez el 16 y 17 de abril de 1944 por los Aliados; ambos bombardeos ocurrieron en la Semana Santa ortodoxa. Finalmente, el 20 de octubre de 1944, las fuerzas de los partisanos yugoslavos comunistas y del Ejército Rojo soviético, lograron la liberación de la ciudad. Al final de la guerra, el 29 de noviembre de 1945, el mariscal Tito proclamó la República Federal Socialista de Yugoslavia, en Belgrado.

El 9 de marzo de 1991, tuvieron lugar las manifestaciones masivas contra el régimen de Slobodan Milošević, bajo el liderazgo de Vuk Drašković (líder del Movimiento del Renacimiento Serbio). Después del supuesto fraude en las elecciones locales, se celebraron manifestaciones diarias entre noviembre de 1996 y febrero de 1997, contra el régimen de Milošević; estas dieron su fruto cuando Zoran Đinđić, se convirtió en alcalde de Belgrado, siendo el primero en medio siglo, que no era comunista o socialista. Más tarde en el año 2003, siendo Primer Ministro fue asesinado.

El 24 de marzo de 1999, fue objeto de forma selectiva, de bombardeos por parte de las fuerzas aéreas de la OTAN, en respuesta a los acontecimientos de la Guerra de Kosovo.

La ruta comenzó muy cerca, en el Hotel Moscú, fue construido a principios del siglo XX y durante muchos años ha sido el mejor hotel de la ciudad, sobre todo durante la época de Yugoslavia; y donde se han alojado actores, directores de cine, deportistas, etc.

Luego fuimos a la PLAZA DE LA REPÚBLICA (Trg Republike - Трг Републике) que estaba completamente en obras. Centro neurálgico de la ciudad, presidida por la estatua ecuestre del Príncipe Mihailo Obrenović, erigida en 1882 para conmemorar la expulsión de los turcos de 1867. En esta plaza se encuentra el Teatro Nacional y el Museo Nacional de Serbia.

Seguimos por el BARRIO BOHEMIO SKADARLIJA (Скадарлија), unas calles repletas de pequeñas casas tradicionales; en 1966 comenzó su reconstrucción, el tráfico fue eliminado, y los viejos adoquines y faroles fueron traídos de vuelta. Actualmente es la zona de moda para salir a comer y cenar.

También visitamos la pequeña MEZQUITA BAJRAKLI (Бајракли џамија), que es la única de la ciudad; Sonia nos comentó, que incluso hay mucha gente de la ciudad que ni sabe de su existencia. He de decir que tras de la guerra no pensé que hubiera ninguna en la ciudad.

FORTALEZA DE BELGRADO (Beogradska Tvrđava - Београдска тврђава) la ciudad de Belgrado ha sido el lugar de un gran número de batallas y esta fortaleza testifica la importancia de donde fue construida, en la confluencia de los ríos, permitiendo así el control de un extenso territorio. El parque y su fortaleza dominan la mayor parte de la ciudad, desde donde se puede ver la unión de los ríos Danubio y Sava.

Fue el lugar donde se plantó por primera vez el asentamiento celta de Singidunum; el primer campamento militar romano se estableció a principios del siglo I, que a principios del siglo II se convirtió en la base de la IV legión Flavia; más tarde bizantinos y húngaros; y posteriormente durante siglos los turcos y austriacos lucharon por la ciudad.

La fortaleza de hoy, está rodeada por el Parque Kalemegdan, y se ha transformado en un museo al aire libre y un espacio para eventos culturales.

Destacan varios lugares:

Estatua El Victor (Pobednik - Победник) uno de los monumentos más famosos de la ciudad, construido en 1928 para conmemorar la victoria de Serbia sobre el Imperio otomano y el Imperio austrohúngaro, durante las Guerras de los Balcanes y la Primera Guerra Mundial. La estatua sostiene un halcón, siempre vigilante a las nuevas amenazas en un lado, y una espada de guerra en el otro.

Museo Militar (Српски Војни музеј) hay una zona gratuita al aire libre, que está en los fosos de la Fortaleza, en el área que rodea el museo hay cañones, carros, tanques blindados de la Primera y Segunda Guerra Mundial; e incluso barcos y un submarino.

Torre Nebojsa uno de los pocos monumentos que quedan de la ciudad medieval, construida para proteger la entrada del puerto del Danubio; con los turcos se convirtió en una cárcel para los que se rebelaban contra el Imperio. En la torre hay un museo de la historia de Belgrado de la época medieval, turca y del levantamiento, cuando se convirtió en la Serbia que conocemos.

Iglesia Ruzica -significa rosa en serbio- (Српска православна црква Ружица) construida sobre una iglesia medieval demolida por los turcos, en el siglo XVIII la convirtieron en un almacén de pólvora y más tarde entre 1867 y 1869 pasó a ser una iglesia militar; quedó parcialmente destruida en la Primera Guerra Mundial y fue renovada en 1925. Bonito interior.

Iglesia Petka (Српска православна црква Света Петка) bonita iglesia de 1937 que posee una fuente de agua milagrosa para la fertilidad y se vende en pequeñas botellas en la misma iglesia; su interior está lleno de bonitos mosaicos.

Y ya tomamos camino hacia la Fortaleza, pasando primero por el Parque Kalemegan.

Luego la Iglesia de la Rosa, con boda y todo, mientras estábamos viendo el interior de esta bonita y pequeña iglesia, nos vimos entrar a los fotógrafos, y luego a los novios seguidos de toda la comitiva; nadie nos dijo nada, nos ignoraban por completo, pero cuando pudimos salimos, consideramos que no nos tocaba estar allí.

Finalizamos la visita de la Fortaleza, con las grandes vistas sobre los ríos Danubio y Sava.

El Victor

Poco más de la 1 nos despedimos de Sonia, no sin antes decirle que nos recomendara algún lugar para comer o cenar; y como uno de los que nos dijo quedaba cerca, fuimos a comer allí. El restaurante se llamaba “?” (en google se llama Question Mark) y era como una casa antigua, la mayoría pedimos carne, pero la camarera que nos tocó fue un desastre, tardó un montón en traer las bebidas y nos trajo el pan casi al final, además de tener que repetirle más de una vez que platos habíamos pedido; incluso se fue la luz en el local (creemos que en la zona también), así que entre unas cosas y otras, una comida sin más, que nos costó 8.225 RSD (salimos a cerca de 12 € por persona).

Muy cerca teníamos la CATEDRAL DEL ARCÁNGEL SAN MIGUEL (Saborna Crkva Sv. Arhangela Mihaila - Саборна Црква Св. Архангела Михаила) y decidimos entrar un momento aprovechando que estaba abierta; en el interior no se pueden hacer fotos. Conocida como LA CATEDRAL (Saborna Crkva), es una de las catedrales ortodoxas más importantes del país, fue construida entre 1837 y 1840 en estilo neoclásico con una torre barroca (se construían muchas en Austria en esta mezcla de estilos).

Luego decidimos ir paseando tranquilamente al Templo San Sava, sería algo más de media hora, pero se nos hizo largo y un poco aburrido; la guía esta mañana nos había dicho que estaba en obras por el 800 aniversario el año que viene, creo que del nacimiento de San Sava, aunque no estoy segura. Pero lo que no nos dijo, es que aunque se podía entrar, no íbamos a ver nada, pues estaba completamente llena de andamios. No mereció la pena la camina hasta allí, para vera solo por fuera.

TEMPLO DE SAN SAVA (Hram Svetog Save - Храм Светог Саве) es la iglesia ortodoxa más grande de Europa y una de las más grandes del mundo, dedicada a San Sava, fundador de la Iglesia Ortodoxa Serbia y una figura importante en la historia medieval de Serbia; supuestamente está construida donde sus reliquias fueron quemadas a finales del siglo XVI por los turcos otomanos. Su construcción comenzó en 1935 (tuvo que suspenderse en varias ocasiones por la guerras), los trabajos del exterior finalizaron en 2003, los del interior todavía no han terminado, está financiada solamente por donaciones. Su capacidad es de 10.000 personas y es visible desde muchos puntos de la ciudad.

Por allí había una pequeña iglesia, que aunque por fuera estaba completamente en obras, por dentro no había ni un andamio ni nada; muy bonita toda llena de frescos. Comprobamos lo devotos que son muchos ortodoxos, vimos como algunas chicas se cubrían la cabeza al entrar en las iglesias.

La vuelta hacia el hotel, se hizo muy larga, era toda una avenida, que como toda la ciudad, estaba salteada de bonitos edificios de la época austrohúngara, con los de líneas sobrias y grises de después de la Segunda Guerra Mundial. Durante la mañana, la guía ya nos había comentado que ese contraste lo veríamos mucho, pues la ciudad tenía muchos edificios de la época austrohúngara, pero los edificios que fueron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, se construyeron en el sobrio estilo “sovietico” entre otras cosas por falta de dinero. En general nos pareció una ciudad bastante gris, con muchos edificios en muy mal estado y mucha contaminación.

Hotel Moscu al atardecer

Un final de viaje un poco plof, porque teníamos la sensación de haber perdido la tarde (con lo bien que hubiera venido en otro momento); no sabríamos decir que, pero nos esperábamos otra cosa de Belgrado.

Sobre las 6’30 llegamos al hotel a descansar un rato y a preparar las maletas, nosotros ya hemos adquirido cierta habilidad en ello, y en un momento las dejamos casi acabadas; como al venir ya íbamos justos de espacio, metimos una bolsa de deporte y menos mal, sino sí que hubiéramos tenido problemas; además cuando se va en coche es muy cómodo, nosotros la dejamos en la furgoneta y de vez en cuando íbamos metiendo allí cosas.

Alrededor de las 8’30 fuimos a cenar, por la tarde intentamos reservar en alguno del barrio bohemio, pero preguntamos en tres y estaban completos, así que acabamos reservando donde ayer, en Kasina By Community, no nos complicamos más, era sábado y no nos podíamos despistar. Pedimos muy variado, salmón, carne, hamburguesas, ensalada y pasta, que juntó con las bebidas y varios postres costó 9.270 RSD (salimos a 13 € por persona).

Tras la cena, a las 22’30 ya estábamos en el hotel, mañana tocaba un buen madrugón, así que a revisar cosas por si nos dejábamos algo fuera de la maleta y a dormir; aunque el barrio por la noche resultó bastante ruidoso y a pesar de estar en un 5º piso a veces se oía jaleo.