Tenía un potencial increíble y con una
selección de los mejores de las repúblicas yugoslavas, obtuvieron grandes
éxitos, en aquella selección destacaba: Dražen Petrović (croata), Velimir
Perasović (croata), Predrag Danilović (serbio), Toni Kukoč (croata), Žarko
Paspalj (montenegrino), Jure Zdovc (esloveno), Aleksandar Đorđević (serbio),
Stojan Vranković (croata), Vlade Divac (serbio), Arijan Komazec (croata), Dino
Rađa (croata) y Zoran Savić (croata).
Una generación muy joven, que eran
unos desconocidos para el resto, pero su juventud no importaba con la calidad
que tenían. Tras obtener varios bronces y platas, incluso una plata olímpica en
Seúl 1988, llegaron tres años donde no se bajaron de la parte más alta del
pódium y obtuvieron tres oros.
Eurobasket de 1989 jugado en su casa, concretamente en
Zagreb (Croacia); ganaron la final contra Grecia, liderados por Petrović,
fueron un completo espectáculo de equipo.
Mundial de 1990 jugado en Argentina, ganaron
la final contra la Unión Soviética, aunque les faltaba Rađa por lesión, no
impidió que volvieran a brillar; los rusos, una plantilla de veteranos, echaron
de menos algunos de sus talentos como Sabonis y Marciulionis; en Yugoslavia
jugó el veterano Obradović, a punto de retirarse.
Eurobasquet de 1991 jugado en Italia, ganaron
la final contra el equipo anfitrión; en esta edición ya no participo Petrović
(tras su incidente con Divac y con Croacia a punto de declarar la
independencia; además también quería preparase bien para triunfar en la NBA
tras una mala temporada); tampoco Zdovc puedo participar, porque un día antes
de la semifinal, Eslovenia declaró su independencia y le prohibió defender la
camiseta yugoslava, bajo amenaza de ser declarado traidor a la patria, con
lágrimas en los ojos abandono la concentración (14 años después le dieron su
medalla).
Aquel equipo ya no se volvería a
juntar, con la guerra de los Balcanes en plena ebullición; pero se despidieron
como sabían, haciendo su mejor baloncesto como en años anteriores.
Incidente Mundial Argentina 1990
El equipo de Yugoslavia ganó la final
a la Unión Soviética, durante la celebración del título, saltó a la cancha un
aficionado envuelto en una bandera croata, Divac forcejeó con él y le echó de
la pista, arrebatándole la bandera de malas maneras, alegando que aquel día
había ganado Yugoslavia, no Croacia.
Desde el incidente, para aquellos
compañeros y amigos, ya nada fue igual y comenzaron a distanciarse; también
empezó a resquebrajarse una selección con unas nacionalidades diferentes, que
se vieron muy afectados por la guerra.
Muchos años después se supo que el
aficionado que saltó a la pista con la bandera croata, fue Tomás Šakić, un
argentino hijo de croatas. En una entrevista a un periódico argentino, contó
que fue algo que tenía planeado y reconoció que no conocía muy bien al equipo,
“pensaba que Divac también era croata” afirmó. Pero hay un detalle que le dio
otro toque político a la historia, Dinko Šakić (líder fascista croata que
durante la Segunda Guerra Mundial dirigió el campo de concentración de
Jasenovac), huyó junto con su mujer a Argentina, donde vivió tranquilamente
hasta que en 1998 fue extraditado a Croacia. El periodista que le hizo la
entrevista (Andrés Burgo para el periódico Página12), tuvo elevadas sospechas de
que Tomás era hijo de Dinko Šakić, algo que Tomás ni confirmaba ni desmentía.
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