CIBONA
de ZAGREB
Cuando se fundó en 1946 se llamó BC
Sloboda (que en croata significa “libertad”), pocos años después pasó a
llamarse Lokomotiva y en 1975 adquirió el nombre de Cibona, que era el nombre
de su patrocinador.
El club en los 80 vivió su época
dorada, liderados por Dražen Petrović se convirtieron en uno de los mejores
equipos de Europa, llegando a ganar dos Copas de Europa (1985 y 1986), dos
Recopas de Europa (1982 y 1987) y una Korac (1988).
Durante la guerra, el equipo se vio
obligado a jugar sus partidos fuera por exigencias de seguridad de la FIBA, y
durante esas dos temporadas estuvieron en Puerto Real en Cádiz.
Su pabellón es el llama Dražen
Petrović Basketball Hall, construido en 1987 tiene una capacidad para 5.400
espectadores.
JUGOPLASTIKA
de SPLIT
Otro de los máximos exponentes del
baloncesto croata, que vivió su mejor época a finales de los 80 y principios de
los 90, que fue cuando adquirió el nombre de Jugoplastica, luego pasó a
llamarse Pop 84 Split.
Aquel equipo entrenado por un joven
Božidar Maljković (entonces tenía 34 años), con jugadores como Toni Kukoč, Dino
Rađa y otros como Žan Tabak, Zoran Savić, Velimir Perasović o Duško Ivanović,
conquistaron tres títulos de Copa de Europa, 1989 en Munich contra Maccabi Tel
Aviv, 1990 en Zaragoza contra Barcelona y 1991 en Paris contra Barcelona de
nuevo; aunque ese último año algunos de los jugadores ya se habían ido, lograron
ganarla.
Tras ganar su primera final de la Copa
de Europa en 1989, a su regreso a Split fueron recibidos por unas 150.000
personas, más de la mitad de la población de la ciudad.
Fue un equipo de ensueño que quedó
grabado en la memoria de todos los amantes del básquet que les vio jugar,
distinto por el hecho de tener jugadores nacidos y formados en la misma ciudad,
con una media de edad de 22 años, y a pesar de ello nunca les temblaron las
piernas. Solo el poderío económico de otros mercados europeos y la NBA, logró
mermar aquel equipo. Pero siempre será recordado como uno de los mejores
equipos de la historia.
Su pabellón el Arena Gripe fue
construido para los Juegos del Mediterráneo de 1979 y tiene una capacidad de
hasta 6.000 espectadores.
Dražen Petrović
Jugador croata que destacó por encima
de todos en el baloncesto europeo, Dražen nació en 1964 y fue apodado “El genio
de Šibenik” y “El Mozart del baloncesto”. Este escolta ha sido considerado como
uno de los mejores jugadores europeos de los 80. Con 13 años comenzó en las
categorías inferiores de Šibenik y tras el servicio militar fichó por la Cibona
de Zagreb; en su primer año ganó la Liga y la Copa de Europa.
Con la selección, a los 20 años Dražen ya
tenía un bronce olímpico de Los Ángeles 1984, luego bronce en el Mundial de
España 1986 y otro bronce en el Europeo de Grecia 1987; en el año siguiente llegó la
plata olímpica de Seúl 1988.
Aquella selección comenzaba a ser una
máquina ganadora y como era previsible, comenzaron a llegar los oros, del Europeo de Yugoslavia 1989
y del Mundial de Argentina 1990. Compitiendo por Croacia obtuvo plata en los
Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, ante el “Dream Team” estadounidense de
Michel Jordan, Magic Johnson y Larry Bird.
Tras cuatro temporadas en la Cibona
repletas de éxitos, fichó por el Real Madrid, donde sólo estuvo una temporada y
consiguió una Copa del Rey y una Recopa.
En 1989 con 25 años se marchó a la
NBA, a los Portland Trail Blazers, pero su llegada no fue como él esperaba y lo
pasó bastante mal, pues sólo consiguió una media de 7 puntos por partido, algo
que no era fácil de asimilar para alguien acostumbrado a 40 puntos y disputar
casi todo el partido. Ese mismo año se fue también a la NBA su amigo y
compañero de selección Vlade Divac, con el que hablaba todos los días.
Después de un año y medio se fue a los
New Jersey Nets, allí le fue mejor y en poco tiempo consiguió ser titular, 20
puntos por partido y un 45% en triples. En aquellos momentos sus horas en el
gimnasio y la pista, era lo único que le hacía olvidar la guerra que estaba
sucediendo en su país. En su temporada con los Nets logró ser la máxima
referencia de su equipo.
Tras finalizar el Preeuropeo de
Polonia de 1993, en el viaje de vuelta a Zagreb, desde Polonia, el vuelo hizo
escala en Frankfurt; Dražen tenía una novia (Klara Szalantzy) que vivía en
Múnich y como disponía de dos días libres, decidió volver con ella por
carretera. Cerca de Stuttgart, en Denkendorf, un camión se cruzó en su camino y
murió en el accidente, su novia conducía y sólo salió herida, pero él iba
durmiendo y no llevaba el cinturón de seguridad. El 7 de junio de 1993 falleció;
está enterrado en Zagreb en el cementerio de Mirogoj.
Por aquel entonces, Petrović
contemplaba una posible salida de los Nets por tensiones con sus compañeros y
porque pensaba que los Nets no le renovarían su contrato; sin embargo, luego se
supo que esperaban su llegada para ofrecerle un contrato, que sólo iba a ser
superado en cifras por el que tenía Michael Jordan. Su dorsal número 3 fue
retirado por los Nets ese mismo año 1993.
Aunque según en un libro publicado en
2015 titulado “Drazen: Los años del Dragón” (escrito por los periodistas Marjan
Crnogaj y Vlado Radicevic), Petrović tenía decidido dejar los New Jersey Nets
no aceptando la oferta de renovación, estaba decidido a abandonar la NBA para
recalar en el Panathinaikos griego durante una o dos temporadas, para luego
volver a la NBA, con el objetivo de jugar en los Boston Celtics, que era su
gran deseo.
“El genio de Šibenik” nos dejó con
sólo 28 años, era indudable que nació con talento, pero trabajó como pocos para
ser un grande, desde joven madrugaba para hacer 500 tiros antes de ir al
colegio. En su carrera profesional consiguió algunas cifras de escándalo, en su
segunda temporada con la Cibona anotó 112 puntos en un partido y en la final de
la Recopa con el Madrid anotó 62 puntos; sin duda unas cifras sólo alcanzables
por los grandes.
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