Tras el paso del Imperio romano y el
Imperio bizantino, con la llegada de los otomanos en el siglo XV, la mayoría de
los habitantes aceptaron el islam; continuó bajo dominio turco hasta 1878
cuando pasó al Imperio austrohúngaro, hasta su disolución en 1918, tras el fin
de la Primera Guerra Mundial.
Después pasó a formar parte del Reino
de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que en 1929 pasó a llamarse Reino de Yugoslavia,
y tras finalizar la Segunda Guerra Mundial se denominó República Socialista de
Bosnia y Herzegovina; siendo una de las seis repúblicas de la República
Federativa Socialista de Yugoslavia.
El 1 de marzo de 1992, tras un
referéndum, proclamó su independencia como República de Bosnia y Herzegovina,
los bosniacos (bosnios musulmanes) y los bosniocroatas, apoyaron la
independencia; pero los serbobosnios se opusieron y tan solo dos días después
respondieron con la República Serbia de Bosnia (República Srpska). Un mes más
tarde comenzó la Guerra de Bosnia, que duró hasta finales de 1995; una guerra
que conmocionó a Europa, por su grado de barbarie y crueldad, siendo con
diferencia el conflicto más sangriento de las guerras yugoslavas; lucharon
serbios, croatas y bosnios, que estaban diferenciados y divididos
principalmente por su religión (ortodoxa, católica y musulmana). Tristes y
famosos capítulos como el sitio de Sarajevo o el genocidio de Srebrenica, son
conocidos por todos.
La guerra finalizó con la firma de los
Acuerdos de Dayton, creando la REPÚBLICA FEDERAL DE BOSNIA Y HERZEGOVINA, con
dos entidades autónomas, la FEDERACIÓN DE BOSNIA Y HERZEGOVINA (integrada por
zonas de población bosniaca y bosniocroata, ocupando el 51 % del territorio) y
la REPÚBLICA SRPSKA (con población serbobosnia, ocupando el 49 % del
territorio). Todavía quedan servicios como correos o teléfonos que siguen
separados, pero algunos como la seguridad social y la televisión pública ya se
han fusionado; actualmente el tener tantos estamentos separados (donde cada una
de las comunidades étnicas sigue conservando el poder), obstaculiza su acceso a
la Unión Europea. Por ejemplo los billetes poseen en el reverso distintos
diseños, unos pertenecientes a la Federación de Bosnia y Herzegovina, y otros
pertenecientes a la República Srpska.
La Constitución de la República
Srpska, indica que Sarajevo es su capital, pero la mayoría de la ciudad no
forma parte del territorio, su capital de facto es Bania Luka. Cuando
Montenegro se separó de Serbia en 2006, comenzó la idea de un referéndum de independencia,
aunque su presidente ha indicado que sólo lo hará si peligra la autonomía. Pero
los estados creados bajo los Acuerdos de Dayton, no tienen derecho a secesión.
Algunos críticos sostienen que dicho acuerdo, más que solventar el problema, ha
congelado el conflicto, porque lo que ha hecho es perpetuar las divisiones
étnicas. Y hay gente que cree que con el tiempo será independiente, porque
Bosnia y Herzegovina es un estado inventado que sólo existe en el papel; pero
con la declaración de independencia, correría el riesgo de quedar diplomáticamente
y económicamente aislado.
Actualmente es una de las repúblicas
más pobres de la antigua Yugoslavia, debido a la devastadora guerra sufrida
durante cuatro años.
El 8 de marzo de 2000 se constituyó el
Distrito de Brčko, como una unidad territorial administrativa autónoma dentro
de la República Federal de Bosnia y Herzegovina; oficialmente forma parte de
las dos entidades de la nación. El territorio es importante porque se encuentra
entre las dos partes de la Republica Srpska.
La población del país es
principalmente en un 45-50% bosniaca (musulmanes), 35-40% serbia (ortodoxos) y
10-15% croata (católicos); hay una fuerte correlación entre la identidad étnica
y la religión. En la Republica de Srpska es donde se concentra la población
serbia (ortodoxos) con alrededor de un 80%.
Personas influyentes en la historia
reciente del país:
Ratko Mladić
Cuando tenía dos años, su padre, un
líder militar de los partisanos de Bosnia, fue asesinado por los
"ustachi" croatas aliados de los nazis; hecho que dejó una fuerte
marca en su personalidad.
Con solo 15 años se incorporó al
ejército y su carrera fue meteórica. Era un seguidor acérrimo de los principios
de Tito y defensor a ultranza de la unidad de la Yugoslavia multiétnica. Fue el
jefe de Estado Mayor del ejército de la Republica Srpska durante la Guerra de
Bosnia; responsable del sitio de Sarajevo y del genocidio de Srebrenica; en
aquellos momentos era el mando más del alto del VRS (Ejército de la Republica
Srpska).
Conocido como “El carnicero de
Srebrenica” llegó a clamar que «las fronteras se dibujan con sangre y los
Estados se marcan con lápidas».
En 1994 este general de hierro, sufrió
una gran tragedia, su hija Ana a los 23 años se quitó la vida (con la pistola
favorita de su padre, que había recibido en la graduación de la academia
militar), incapaz de asimilar que su padre y el monstruo fueran la misma
persona; él nunca aceptó el suicidio y siempre afirmó que había sido asesinada
por sus enemigos. Dicen que la tragedia de su hija, todavía le endureció aún
más.
El 8 de noviembre de 1996 la
presidenta de la Republica Srpska, Biljana Plavšić, en cumplimento de los
Acuerdos de Dayton, forzó a Mladić a abandonar su puesto; aunque siguió
recibiendo una pensión durante diez años. Tras la Guerra de Bosnia se
trasladó a Belgrado, donde vivió protegido por Slobodan Milošević.
Fue acusado por el Tribunal
Internacional para la ex Yugoslavia, de diversos crímenes de guerra contra la
población de Sarajevo, del genocidio de Srebrenica y de la toma de rehenes de
personal de la ONU; y fue declarado prófugo por el Tribunal.
En febrero de 2006 un informe de la
inteligencia militar serbia, filtró a la prensa que se había ocultado en
instalaciones militares hasta el 1 de junio de 2002; ese mismo año el Tribunal
Internacional para la ex Yugoslavia, instó al gobierno serbio a buscarlo sin demora.
En septiembre de 2006 comenzó en Belgrado, un juicio contra 11 personas
acusadas de pertenecer a una red organizada para esconder el ex-general.
El Gobierno de los Países Bajos
expresó reiteradamente, que se negaría a firmar con Belgrado el Acuerdo de
Estabilización y Asociación (paso previo a la adhesión a la Unión Europea),
hasta que Madlić fuera detenido y juzgado por el Tribunal Internacional para la
ex Yugoslavia.
El acceso de Serbia a la Unión
Europea, fue condicionado por la entrega de Madlić al Tribunal Internacional
para la ex Yugoslavia. El 26 de mayo de 2011 el presidente de Serbia, Boris
Tadić, anunció su captura en una operación conjunta entre la policía y el
servicio secreto serbio. Y el 22 de noviembre de 2017 fue declarado culpable de
diversos crímenes contra la humanidad, entre ellos el genocidio de Srebrenica;
y sentenciado a cadena perpetua.
Para algunos, como los extremistas
nacionalistas serbios, lo consideran un héroe; mientras que para los habitantes
de otras ex-repúblicas yugoslavas, simboliza la destrucción y la muerte.
Radovan Karadžić
Tras el referéndum sobre la
independencia de Bosnia y Herzegovina de Yugoslavia, en noviembre de 1991 los
serbios de Bosnia realizaron un referéndum, cuyo resultado fue mayoría absoluta
a favor de permanecer en el estado de Serbia y Montenegro. Resultado con el que
asamblea serbia, el 9 de enero de 1992, proclamó la República Serbia de Bosnia
y Herzegovina (República Srpska), adoptando en su Constitución ser parte del
estado federal de Yugoslavia, con Karadžić como presidente de la República
Srpska entre 1992 y 1996.
El 21 de julio de 2008 fue detenido
por el servicio secreto serbio en Belgrado, donde había logrado ocultarse durante
12 años, bajo una identidad falsa como un experto en medicina alternativa. Tras
su captura, el presidente del gobierno serbio, Boris Tadić, informó que
cumpliría con la legalidad y lo entregaría al Tribunal Internacional para la ex
Yugoslavia.
En el alegato que hizo Karadžić,
denunció que el Gobierno de Estados Unidos le prometió durante los Acuerdos de
Dayton, inmunidad para no ser juzgado por el Tribunal Internacional para la ex
Yugoslavia, a cambio de retirarse de la vida pública. Tras 8 años de juicio, el
24 de marzo de 2016, fue condenado a 40 años de cárcel como máximo responsable
del genocidio de Srebrenica y el sitio de Sarajevo.
Actualidad (noviembre 2018).
Ratko Mladić está apelando la condena,
alegando que en su juicio se cometieron “errores de base”; su defensa también
tiene previsto solicitar la libertad provisional por motivos humanitarios,
alegando problemas de salud.
La sentencia de Ratko Mladić a finales
de 2017 fue la última del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia, tras la
disolución de este Tribunal, los casos pendiente pasan al Mecanismo para los
Tribunales Penales Internacionales (MTPI).
Radovan Karadžić ha pedido la
anulación de la sentencia o un nuevo juicio, alegando que hubo "errores
legales de procedimiento y de interpretación del derecho"; enfrente está la fiscalía que considera "insuficiente" la condena a 40 años. Se espera que el
veredicto llegue a finales de este año.
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