Kilómetros
aproximados: 315.
El día iba a ser completito y con
bastantes kilómetros, así que los despertadores sonaron alrededor de las 6’30.
Tras desayunar, recoger maletas y hacer el check-in, había que pagar el parking
(75 HRK por día) y la tasa turística (8 HRK por persona y día); logramos salir
a la hora prevista y a las 8 estábamos en marcha, teníamos para empezar la
mañana unas dos horas y media hasta el primer destino.
A la media hora de viaje, paramos en
una gasolinera a comprar la viñeta para Eslovenia (15 €, por ser clase 2a), al
poco llegamos a la frontera, sin tráfico, así que pasamos el trámite en un
momento. Eslovenia nos pareció muy verde; y llegamos a Postojna a la hora
prevista, las 10’30.
Aquí se visitan las CUEVAS POSTOJNA (Postojnska Jama), aparcamos
y fuimos directos a recoger el ticket que habíamos reservado desde casa para
las 12; pedimos a ver si nos cambiaban al turno de antes, porque nos daba
tiempo, pero nos dijeron que no. Horario: 9 a 18, ultima entrada a las cuevas
las 17. Duración visita cuevas 1’30 horas. Tarifas: Cuevas 25’80 €. Castillo
13’90 €. Castillo+Cuevas 35’70 €; nosotros compramos la conjunta de
Castillo+Cuevas. Existe un audio guía de 3 €, pero no la cogimos.
Es
la cueva kárstica más visitada de Europa. Desde hace 140 años existe un
ferrocarril que te lleva por el interior de la cueva, entrelazando túneles,
galerías y salas subterráneas a lo largo de 20 kilómetros. En la visita guiada ves
las particularidades kársticas más importantes: la formación más alta con 16
metros llamada Nebotičnik (rascacielos), el símbolo blanco cristalino de la
cueva llamado Briljant (brillante) y la oficina de correos subterránea más
antigua del mundo.
Este es
el lugar donde vuelven a nacer las crías del llamado «pez humano» (Proteus
anguinus), el animal subterráneo más famoso del mundo. Antiguamente creían que
en la cueva vivía un dragón y que los peces humanos eran sus crías. En mayo de
2016 nació en cautividad en la Cueva de Postojna la primera cría.
En
2013 Eslovenia emitió una moneda conmemorativa de 2 euros, para celebrar el 800
aniversario del descubrimiento de las cuevas.
Nos sobraba bastante tiempo, así que
tomamos algo y unos 15 minutos antes de la hora de nuestra reserva del tour en
inglés, acudimos al lugar indicado. Nada más entrar nos abrigamos y subimos al
trenecito, en la cueva hace una temperatura de unos 10º y el viaje en trenecito
dura unos 10 minutos; y con la velocidad la sensación de frío aumentó durante
el viaje.
Luego la ruta se hace a pie, hay un
guía que habla en tres puntos, las cuevas son bonitas pero se nos hizo largo,
porque siempre es lo mismo; al bajar del tren impacta la cueva, pero cuando
llevas media hora es más de lo mismo, y además te llevan muy rápido, siempre íbamos
de los últimos y solo parábamos de vez en cuando para hacer alguna foto;
hubiéramos preferido una visita más corta, pero más tranquila, sin tanta prisa.
Al final de la vista hay un tanque de
agua donde se puede ver el «pez humano» eso sí, hay que estar un buen rato
fijándote, porque apenas hay iluminación y cuesta encontrarlo; el regreso, de nuevo en el trenecito.
Al salir hay que quitarse las chaquetas
bien rápido, porque sales en plena solana de mediodía y en nada pasas de 10º a
25º.
Regresamos al coche, pagamos el
parking (5 € independientemente del tiempo) y camino del siguiente destino que
estaba a pocos minutos, a mitad camino paramos a comer, en un lugar de comida
sencilla, pero muy agradable; comimos en la terraza.
En Okrepčevalnica Prepih, pedimos hamburguesas, un par grandes y el
resto normales (aunque ellos a la grande la llaman normal y a la normal la
llaman pequeña -mali-); las hamburguesas muy ricas, que junto con las bebidas
costó 49 € (salimos a 8 € cada uno).
La siguiente visita del día era el CASTILLO PREDJAMA (Predjamski Grad), aquí
la audio guía va incluida, tiene 29 puntos y nos gustó bastante, con locuciones
breves y con sonido ambiente.
Llama
la atención su construcción en la boca de una cueva (por ello su nombre, que
quiere decir castillo en la cueva), en una espectacular ubicación ante un
precipicio de 123 metros.
Construido
poco a poco desde principios del siglo XIII, el castillo se hizo célebre
gracias a la leyenda del caballero Erazem Lueger (Erazem Predjamski). El
Castillo que vemos hoy es la obra de reconstrucción de finales del siglo XVI.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el castillo fue confiscado por las
autoridades yugoslavas y nacionalizado.
El
castillo tiene varias cosas que hacen interesan la visita: agujeros en el techo
de la torre de entrada para verter aceite hirviendo sobre los intrusos, una
mazmorra muy húmeda, un cofre del siglo XVI lleno de tesoros (desenterrado en
el sótano en 1991) y un escondite parecido a un nido en la parte superior
llamado Erazem's Nook, llamado así por Erazem Lueger.
Leyenda
Erazem de Predjama
Este
caballero narrado en leyendas eslovenas, se ocultaba tras acometer los
asaltos a los comerciantes de la ruta que unía Viena con Trieste; a
este Robin Hood esloveno se le conoce como el “bandido bueno”.
Tras
un enfrentamiento con los Habsburgo, por una disputa en la que mató a un
alguacil (el emperador de Austria decidió decapitar un amigo de Erazem y este
en venganza, mató un pariente de Federico III), cambio todo y tuvo que escapar.
Se parapetó en el castillo de Predjama y junto su aliado el rey húngaro
Matthias Corvinus, atacaba los asentamientos afines a los Habsburgo y al rey
Federico III. El asedio del señor de Trieste, Gaspar Ravbar, de un año y un
día, no consiguió sacarlo de la fortaleza. Los sitiadores no entendían como
podía abastecerse, incluyendo las cerezas que lanzaba desde el castillo para
burlarse de las tropas que lo hostigaban. Sus atacantes desconocían la red de
cuevas que permitían (según la leyenda) salir y recoger víveres en las
poblaciones cercanas. Desafortunadamente para el caballero, uno de sus
sirvientes lo traicionó; cuando al parecer, el caballero acudió a una zona
expuesta a los cañonazos para ir al baño, el traidor dio el aviso, y un certero
cañonazo acabó con la vida de Erazem.
Nos gustó mucho esta visita, tanto el
recorrido por el castillo, como sus vistas, pero sobre la imagen del castillo metido
en la montaña.
Luego tras algún imán y algún helado,
alrededor de la 5 salimos, este parking es gratuito. El último destino y donde íbamos
a dormir era Poreč y hasta allí teníamos una hora y media, al poco de salir
cayo un buen chaparrón, pero no duró mucho.
Cruzamos la frontera para entrar en
Croacia (creo que por Dragonja), y esta
al ser una zona menos transitada que la de esta mañana, tenía una
frontera muy pequeña y no había nadie.
Sobre las 7 de la tarde llegamos al
hotel VALAMAR RIVIERA HOTEL & VILLA PARENTINO donde nos
dijeron que había overbooking, y que no nos podían dar las habitaciones tal
como las habíamos reservado, que iban a ser diferentes; las tres habitaciones
superiores con vistas al mar, se convirtieron en dos sin vistas y una suite
mucho mejor, pero en otro edificio y un tercero sin ascensor. En esto hotel, el
parking está en las afueras y ellos te hacen el traslado.
Apenas nos dio tiempo de descansar,
pues a las 8 ya estábamos saliendo a dar un pequeño paseo.
Para cenar elegimos, Wine Corner, pedimos una tabla de
fiambres para cuatro y una tabla de productos del mar; las tablas muy ricas, eso
sí, las anchoas saladas como nunca las había probado, y mira que me gusta la
sal; la cena costó 830 HRK (cada uno salimos a 19 €), cenamos en la terraza,
hacía una temperatura muy agradable y estaba en una zona muy animada, con
varios bares similares alrededor.
Tras la cena, un heladito bastante
regular y al hotel; un día algo agotador, pero la agenda no perdona y mañana a
primera hora, había cosas que ver aquí en Poreč.
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